El cuento es de los géneros literarios con más vigor en Venezuela. Desde El cuento venezolano, editado por la Asociación de Escritores de Venezuela en 1934, o la Antología del cuento moderno venezolano, compilada por Arturo Uslar Pietri y Julián Padrón, en 1940, una centena de publicaciones, a lo largo de 80 años, han recogido muestras íntegras o parciales de cuentos producidos por autores venezolanos. El cuento es un género comprimido que se alimenta del entorno del autor de una forma que ni él mismo puede evitar. Por eso, en sus atmósferas, en la escogencia de sus temas, en sus anécdotas, se asienta el estado anímico de un país en un momento determinado. Y en este caso particular, el estado anímico de sus jóvenes. Eso se puede apreciar en los cuentos que componen este volumen. Desde el extrarradio hasta las especulaciones científicas, estas historias dan cuenta de vidas que pretenden preservarse en medio de la catástrofe. Historias que hablan de la decadencia de la vida conocida, de la fama efímera, del descreimiento, de la realidad alterna (también efímera) de las redes. Personajes abandonados a su suerte o cuyas vidas naufragan, sin suerte. Evasión, frivolidad, tragedias familiares. Autoficciones veladas o testimonios urgentes. En estas historias gravita la certeza de lo precaria que es la vida cuando la tierra es una cuerda floja. Y gravita la violencia. Y el miedo. Miedo a ser confundido, a no ser reconocido, a quedarse solo en este mundo, a no ser lo suficientemente bueno, lo suficientemente valioso, lo suficientemente digno de amor. Jesús Alfredo Delgado González, Javier Domínguez, Rafael Alizo, Xenia Guerra, María Paula Russa, Daniel Fermín Millán, Heberto José Borjas, Juan Manuel Romero, Gusmar Sosa, Rafael Urdaneta, Miguel Eduardo Gamboa, Francisco Reynaldo Camps Sinza y Ander Harun de Tejada son los nombres de los autores que conforman este volumen. Periodistas, escritores, profesores, gente que ya ha asomado incursiones previas en la literatura, o no, pero por sobre todas las cosas una nueva generación de autores venezolanos, cocidos en el fuego de un país devastado. Autores de un país sin las editoriales, ferias de libros y librerías que conocieron sus mayores, pero que no renuncian a una vocación que es más fuerte que el sentido común. Esta generación será conocida como la que comenzó todo otra vez para mantener viva una tradición.
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Prólogo a las ediciones 2017-2018 del Premio de Cuento Policlínica Metropolitana para Jóvenes Autores.
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